La mortalidad por el COVID-19 (coronavirus) aumenta con la edad del paciente

Mientras el riesgo de complicaciones para niños, jóvenes y adultos de edad intermedia es prácticamente nulo, la mortalidad para adultos mayores es significativa: Para pacientes entre 60 y 69 años la tasa de mortalidad es de 3.6%. Para pacientes entre 70 y 79 años, de 8%. El grupo de mayor riesgo es de 80 años o más, con tasa del 15%.

Esta diferencia se da porque nuestro sistema inmune, que usamos para combatir enfermedades, disminuye sus funciones con la edad. Eso nos hace más susceptibles a enfermedades más graves. En la mayoría de las personas, su función inmunológica está bastante bien a los 60 años, o incluso a los 70, sin embargo, disminuyen bastante rápido después de los 75 u 80 años.

Por otro lado, mientras más envejecemos se vuelve más probable que desarrollemos enfermedades crónicas como hipertensión, enfermedad isquémica del corazón, diabetes y muchas otras. Estas enfermedades crónicas pueden dejar nuestros órganos degradados y más vulnerables a la infección. Además, los tratamientos para estas afecciones pueden suprimir el sistema inmune, dejando al cuerpo susceptible a los patógenos (fuente de enfermedades).

La mejor forma que tenemos para cuidar a nuestros padres y abuelos es QUEDANDONOS EN CASA y evitando la propagación de este enfermad. Es momento de tomar conciencia y ser responsables.